¡Hace un añito ya!

Estoy convencido, sin lugar a ninguna duda que ella ha sido uno de esos encuentros que te cambian la vida ya sin posibilidad alguna de encontrar punto de retorno.
A mi me gusta pensar en que su hallazgo no fue en absoluto casual, sino la respuesta justa, precisa y medida a una situación de conflicto interior, o exterior, o circunstancial, ¡ve tu a saber!
Me gusta pensar en que ella fue una respuesta harto reflexionada tras dolorosas sesiones de autoexploración, tras las que un cursi y poco espontáneo ”Albricias” o tal vez un trasnochado ”Eureka” se pronuncia mientras la bombilla llena esplendorosa y al completo el bocadillo de la viñeta.
Me gusta también pensar que salir a su encuentro, hallarla y quedármela visto y no visto, fue una jugada maestra de habilidoso estratega, de esos que resuelven una situación de conflicto en un plis plas movido por la seguridad y el aplomo atesorado en incontables lances, en delicados y complicadas cuestiones diplomáticas.
Me gusta también pensar que todo lo bueno que ya he recibido de ella y todo lo que aún espero recibir, es el efecto inequívoco de beber la poción mágica que el más difícil de encontrar de los druidas, hizo para mí, tras conocer mi historia y consultar polvorientos pergaminos que conserva, durante siglos en una cueva a buen recaudo de las ansias de todos los indianas jones del mundo.
Me gusta pensar que su encuentro llenó completamente y a rebosar incluso, cientos de molestos baches que estaban complicando en demasía mi camino.
Llegó, vino para quedarse y se queda, en lo que de momento es su refugio, la penúltima habitación a mano izquierda del pasillo, después y con el tiempo, tendremos, es muy posible, cuarto común y tal vez, incluso tenga ella algún hermanito. Pero de momento, ella, mi bicicleta, es la preferida.

1 comentario:

Jofegaber dijo...

¡Felicidades!. Te deseo que esta sea una de las más maravillosas relaciones del mundo, que hagan canciones de cantautor de vosotros, y sobre todo, que nunca se te borre tu sonrisa, que muchos admiramos desde nuestro corazón.

Un abrazo.