Ausencia, por primera vez

Esta es la primera noche que ella no pasa en casa. El penúltimo cuarto del pasillo a mano izquierda esta noche está desierto. Sólo alguno de sus complementos sobre el edredón azul a cuadros y en el ambiente el aroma que despide cuando está a punto para salir.
Esta noche no me hago a la idea, ella no está en casa. Está en lugar seguro, no sé si más agradable para ella, por aquello de la compañía y esas cosas. Está relativamente cerca y emocionalmente lejos.
Se nota su hueco, se echa de menos su fino velo de polvo caminero. Esta noche es la primera que pasa fuera de casa. Se quedó junto a otras amigas, algunas sin estrenar aún, otras con más mili que el Capitán Tan. Se quedó para mejorar.
En el taller la mejorarán.
Cuando vuelva el viernes, no estará más bonita porque estarlo no se puede, pero seguramente tendrá más abiertas las alas, con más dientes en sus piños y subieremos las cuestas con más facilidad. Subiremos más cuestas, todas las cuestas... aunque a veces las hay que cuesta... como la vida misma.
Le hice caso a Pollo11, lo consulté con Floren, lo ratificaron las manos que se encargarían de darle más vida (larga vida le deseo). Mi bicicleta, cuando vuelva el viernes tendrá 27 marchas, un par de piñones con más dientes, unas manetas doore más dulces de usar, el manillar algo más bajo... y lo que algo sí me duele, la rueda trasera nueva... será al final diferente de la delantera... creo que eso no me gusta... como aquel día que me fuí a tomar café con un zapato de cada color...
El viernes está cerca... pero a mi me parece tan lejos... ya tengo ganas de recogerla...

Vuelta a la Albufera de Valencia


Este sábado pasado tuve una nueva y grata experiencia cicloturista. Apenas 76 kilómetros en una mañana, entre campos inundados a la espera de la semilla del arroz, pinos y arena en la Dehesa de El Saler, alumerzo en El Palmar y sobre todo la sensación grata de estar en buena compañía.

Además aprendí a subir cuestas sin desfallecer, aprendí a ir más poco a poco cuando es necesario y recordé lejanos años de pedaleo solitario que creía olvidados.

Reconocí aquel vientecillo tan viejo como los años pasados, advertí de nuevo los olores que pensaba formaban parte del sueño literaturizado. Fué un ir y venir... tan sólo eso, un ir y venir, que quizás no sea tan difícil de entender... un ir... un venir... y ya estar en casa... de nuevo. Accede al relato si quieres.

Paco llevaba el casco puesto

Tres y pico de la tarde de ayer jueves 20 de mayo de 2010. Mi amigo Paco circula con su biblicleta por las calles de Manises. Viene de pasar un buen rato pedaleando por el parque fluvial del Turia (en su parte más urbana de la Ciudad de las Ciencias).

Vendrá cansado, seguro que algo cansado con sus sesenta y bastantes años a cuestas. Pero vendrá feliz. Habrá comido un bocata en alguno de los muchos kioscos que hay en aquella parte (es un amplísimo jardín muy urbanizado). Esa misma mañana había estrenado su nuevo equipamiento ciclista (el día anterior por la tarde se compró en el Decathlón un maillot y unos culottes cortes. Vino antes de partir a enseñármelo. Qué juvenil... qué radiante... se le veía feliz.


Y se fué, debió disfrutar mucho de aquel par de horas subido a su recién estrenada (un par de meses a lo sumo) bicicleta. Se fué.


Tres y pico de la tarde de ayer jueves 20 de mayo de 2010. Paco vuelve de su periplo ciclero por el río. Entra en Manises por la parte del flamante puente de tirantes blancos. Seguirá por la calle sagrario, plaza del Castell y calle Cura Catálá. Todo bien, hasta que a mitad altura de la calle Cura Catalá un coche (un wolswagen passat gris oscuro) viene por detrás... no le adelanta claro, no puede, la calle es muy estrecha (todas estas del casco antiguo lo son). Tuerce a mano izquierda por la calle Cervantes (dirección obligatoria) y el coche (un wolswagen passat gris oscuro) drés. Paco oye como el coche ruge empujado por el pedal del conduct@r. Paco oye el rugido, se gira, ve que le apura demasiado... la calle es muy estrecha y hay coches aparcados en un lado de la calzada.... sigue Paco delante, el coche (un wolswagen passat gris oscuro) sigue apurando... debe de estar ya muy nervios@/desesperad@ el conduct@r...


Paco tuerce a la derecha esquina calle Mayor (dirección obligatoria) Paco se encuentra con una pareja de peatones que en este momento van por el centro de la calle. Paco intenta esquivarlos abriéndose más en la esquina. El coche (un wolswaguen passat gris oscuro) ve abierta la puerta del cielo, ya tiene espacio para passar aunque no deba de hacerlo. El coche (un wolswaguen passat gris oscuro) empujado por su conduct@r desesperad@ (ridículamente desesperad@, absurdamente desesperad@ aprovecha la ocasión e intenta adelantar a Paco subido en ese momento aún a su bicicleta. El coche (un wolswaguen passat gris oscuro) pasa justito pero acaba empujando la rueda trasera de la bicicleta de Paco. Paco y su bicicleta se van al suelo... muy al suelo, como unos cuatro o cinco metros de suelo... susto general... la pareja de peatones que transitaban por el centro de la calzada de la calle Mayor asustados, unas niñas que lo vieron desde su balcón asustadas, una madre que llevaba a su bebé en el cochechito por la acera asustada, el coche (un wolswaguen passat gris oscuro) ni se paró... se fué... y nunca más se supo.


Paco quedó tirado en el suelo, perdió la zapatilla del pie derecho. Fué asistido por los que pasaban... el coche (un wolswagen passat gris oscuro) no lo auxilió, ni paró, ni preguntó, ni nada.


Afortunadamente a mi amigo Paco sólo le queda del asunto mucho susto, algunas partes del cuerpo untadas de betadine, tensión e indignación. El coche (un wolswaguen passar gris oscuro) le apuraba... le apuraba tanto que lo tiró y no se paró... no paró. Paco llevaba el casco puesto (le vino muy bien porque recuerda el golpe)... es tan buena persona que ni siquiera había presentado denuncia... Ya... me dice esta mañana... pero... ¿contra quién? no tomamos su matrícula... Claro... para tomar matrícula alguna estaban... estaban para atenderlo los que lo atendieron... el/la (sabemos lo que es...) conductor del coche (un wolswaguen passatr gris oscuro) no paró, ni tomó nota, ni preguntó... sin duda una mala persona...


Paco denunció esta mañana y también le han reconocido en el centro de salud... Nada grave... bueno, la indignación que siente... eso sí que es grave... del coche (un wolswaguen passat gris osucuro) ya no se supo y el pensar lo que hubiera podido suceder...


Paco está bien, yo estoy bien... ¿cómo estará el/la conductor del... wolswaguen passat gris oscuro... ¿podrá guarecerse bajo la excusa de no haberlo visto?.... pues como poder podrá... pero no se debe... que sepa que no se debe...


Mi primera ruta cicloturista: La Via Verde Ojos Negros


He tenido una experiencia personal grata, muy grata y que ya he ido compartiendo con mis amigos del foro de Rodadas.net. Estaba como es normal (vía mensaje) bastante fraccionada la crónica de este asunto, mi primera experiencia cicloturística (La Vía Verde Ojos Negros). Le he dado un poco más a la tecla y estirado el tiempo y la he recopilado (más o menos) toda junta.

Está en formato pdf, para que el que quiera y tenga ganas se la pueda bajar (o imprimir incluso), para leerla con la calma que yo me he tomado en escribirla.


A los que me habéis seguido, ayudado y soportado... muchas gracias por todo, con el deseo de que no sea la última (que no lo será).