Vuelta a la Albufera de Valencia


Este sábado pasado tuve una nueva y grata experiencia cicloturista. Apenas 76 kilómetros en una mañana, entre campos inundados a la espera de la semilla del arroz, pinos y arena en la Dehesa de El Saler, alumerzo en El Palmar y sobre todo la sensación grata de estar en buena compañía.

Además aprendí a subir cuestas sin desfallecer, aprendí a ir más poco a poco cuando es necesario y recordé lejanos años de pedaleo solitario que creía olvidados.

Reconocí aquel vientecillo tan viejo como los años pasados, advertí de nuevo los olores que pensaba formaban parte del sueño literaturizado. Fué un ir y venir... tan sólo eso, un ir y venir, que quizás no sea tan difícil de entender... un ir... un venir... y ya estar en casa... de nuevo. Accede al relato si quieres.

1 comentario:

Dafne dijo...

Que paseo tan bonito y que pena de bocadillos de calamares que te has pérdido durant tanto tiempo...por esas cosas que tiene la vida.
Por cierto..¿no aparecio por allí el barco pirata que botaron por la tierras de Teruel?

Ayer miré al Xuquer,pienso que un dia de estos lo veré,cargado de ilusión ,esperanza...tal como fue lanzadao al agua,tal como fue contado.
Más saludos!!!