Rodando por Francia 9ª Etapa

24 de julio de 2011
Toulouse –  Castelnaudary  78,80 km.

14:52 Me paro en la zona de descanso de la esclusa de Gardouch, poco después de la de Laval. Es un  pequeño puerto con algunos barcos y zona de baños. Hasta ahora el girasol estaba siendo el cultivo más extendido, pero ya desde hoy se ven otros tipos de cultivo por lo general en invernaderos (ciruelas, manzanas, kiwis). El día, estaba tan nublado que hasta los girasoles estaban cabizbajos.



Hoy salí también tarde, llovía esta mañana en  el camping de Le Pruné y no he podido levantar el campamento hasta pasadas las nueve, tampoco se podía tomar café allí, la cafetería a pesar de la hora tan  tardía permanecía cerrada.
Salgo hacia Toulouse con la idea de desayunar en alguna cafetería. Pero primero debo decidir si la cruzo siguiendo el Canal o por arriba. Por el Canal es mucho más seguro y radicalmente más seguro, pero por la profundidad de la senda paralela al agua no se ven las posibles cafeterías de la calle y en cambio por arriba, la ciudad en esta parte no tiene mucho encanto y el tráfico por lo mojado de la calzada resulta algo peligroso.

Como la prioridad es desayunar, cruzo toda la ciudad por la calzada paralela al canal y vaya que sí, cruzo absolutamente toda la ciudad bajo una molesta llovizna y ninguna cafetería a la vista abierta. Pasando por la Gare de Toulouse, veo un hotel con cafetería y terraza abiertas, allí que me dirijo pero fiasco, no estaba abierta, tan sólo puestas las mesas. Me adentro justo ahí mismo un poco en la ciudad, es una calle llena de hoteles (a buenas horas), pastelerías y por supuesto cafeterías. A unos metros del hotel Ibis, una cafetería con un toldo y unas mesitas, sólo queda una libre que no tardo en ocupar. Entro, pido café con leche extra grande (2,90 €). Mientras me sirven el café con leche, la camarera me trae al mismo tiempo un gps como el mío. Vaya, resulta que era el mío que lo dejé olvidado en la barra mientras pedía. Uf, menos mal que siempre hay gente buena. Esta acción y el propio café con leche me reconfortan sobremanera. Hago un poco de tiempo porque llovizna mirando la fauna urbana que pasa por la acera. Sin duda Toulouse es una ciudad cosmopolita.
La salida de Toulouse hacia el Canal del Midi es más bonita y cuidada que la entrada por el canal del Garona, muy sucio y entre polígonos industriales y una autopista de mucho tráfico. En esta salida mucha gente haciendo deporte, andado o en bicicleta y de vez en cuando me cruzo con algún cicloturista, pero eso sí todos con chubasquero y el resto paraguas.

Hoy me ha vuelto a aparecer el dolor de cabeza, voy sin casco  porque parece que eso algo me alivia y hago abundantes paradas.
En la esclusa de Laval que es doble me he parado a ver pasar el Claudine un barco grandote que cabía justito entre las dos compuertas. De esta operación y de algunas cosas más hago unos segundos de video con la cámara de fotos.

Pues llego a Castelnaudary. Chispea para variar. El camping municipal no está en el centro que digamos, está junto a las instalaciones deportivas municipales, todo muy verde y tranquilo, el camping 5,90 euros y los servicios impecables, aunque no tiene cafetería ni tienda, todo hay que venir a la Ville, de calles algo empinaditas para subirlas con la bici tras la ruta, pero seguro que la "Cassoulette" lo merece ya que esta es la cuna de este plato. La voy a probar en el Rte. D'isa.

No es por desmitificar pero 16 euros por una cazuelita con alubias blancas, un muslito de pato y una pequeña pieza de embutido. Ya les vale, ¡anda que no hay platos con alubias, faves i fesols en  nuestro país! No he podido evitar acordarme con emoción de una buena lata de fabada Litoral calentada velozmente en el microondas cuando llegas con poco tiempo a casa a comer. Pero, vale, estaba buena la Cassoulette.
Hoy no pongo nota en el foro, tengo casi agotado el bono roaming ese y quiero reservar algo por si necesitara con urgencia conectarme.

Me acuesto, está todo muy húmedo, hace unos instantes diluviaba, pero antes de meterme en la tienda miré hacia el horizonte español, las nubes dejan una rendija por la que se cuela un tenue y rojizo trazo rojo, es el sol que se esconde, al menos en esta fría tarde he podido ver el sol, será una señal, quizá me esté esperando el sol en el Mediterráneo para cuando llegue pasado mañana, quizás, es posible, quiero pensarlo así, ahora instantes antes de dormirme. (Cuando llegué al Grau d’Agde me acordé de lo equivocado que estaba).
Las fotos de la Jornada

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