Mi ruta de Don Quijote 3ª Etapa


Almagro – Villanueva de los Infantes, unos 87 kilómetros.

Esta mañana he remoloneado muy pero que mucho en la cama. Me dormí a pesar del mucho confort del “Retiro del Maestre” muy tarde y claro, la alarma del móvil a las 07:00 AM no era ni de lejos una buena consigna. Una y otra vez le doy a la tecla de posponer hasta que a las 8:14 decido que ya está bien, que no he venido a dormir sino a rodar y que por la hora que es la cosa ya val de programa.

Me levanto y voy a la planta ático donde dicen que sirven el desayuno, no hay muchos clientes en el hotel (cosa de la crisis, ser queja el personal del establecimiento). Desayuno copiosamente en contra de lo que es habitual en mí en cualquier mañana de diario. Preparo las cosas y salgo, son ya más de las nueve de la mañana.

Desando parte del camino que hice ayer hasta llegar a Bolaños de Calatrava, en el camino, apenas tres kilómetros huele a cebolla, pero que mucho, se ve que hay varios almacenes a lo grande de este producto hortofrutícola.  Llego a Bolaños, el track me lleva a cruzarlo de una punta a la otra, cosa que me viene bien porque quiero pasar por el centro, ver que tal es y de paso, naturalmente seguir el ritual diario (eso sí) de tomar mi cortadito con leche natural.

Lo hago en un bar en la esquina de la plaza donde está el Ayuntamiento y enfrente una iglesia grandota con los muros de piedra vista y en lo alto de la fachada un pequeño cubo de ladrillo macizo de color amarillo que hace las veces de campanario y en el que sobre su tejado una pareja de cigüeñas tiene su nido, grandote todo él y en el que veo uno de los dos miembros de la pareja. Un camión de reparto me tapa la visual de la fachada de la iglesia para hacer la foto desde mi mesa de la terraza del bar, pero no me importa mucho, se lo disculpo totalmente porque es amigo, vaya tan amigo como que es el camión de reparto de la cerveza Mahou y de la Coca-cola.

Sigo ruta, salgo de Bolaños, tomo la carretera que me lleva a Manzanares la CM 4124. Se rueda cómodo por ella, está primorosamente pavimentada, con buen arcén y relativamente poco tráfico (aunque veloz) veo un coche de la Guardia Civil de Tráfico apostado estratégicamente para sacar instantáneas a los conductores, me da que trabajo no les va a faltar. Hace un sol espléndido, pero hace acto de presencia el vientecillo molestón que no me va a abandonar en toda la jornada.

Esta mañana que me saludó cariñosamente Jofegaber por wassapp, le pedí que pasara mi número de teléfono a Abrego (del foro de Rodadas) que es de la zona y se ofreció para lo que me hiciera falta en el hilo que inicié a los efectos de esta ruta en el foro. Y va y el chico raudo y veloz me llama, más majo, me facilita incluso una dirección de una casa rural en Villanueva de los Infantes, que es precisamente en la que me encuentro mientras escribo esto.
Ya llego tardecito a Manzanares, deben ser pues por lo menos las 11:45, pero aprovechando que paso (como siempre) por el centro me paro en uno de los bares que tienen terrazas puesta en la calle, no recuerdo el nombre de la calle pero debe ser la principal porque es peatonal, está lleno de tiendas, hay mucha gente que va y viene que entra y que sale. El bar es de un forofo del Atlétic (de Madrid supongo) se llama MERE (el bar claro) y tomo una puntita de pan con algo dentro y una supercerveza bien fresquita y por supuesto… jeje, el cortadito con leche natural (no recuerdo ahora lo que me costó ni me importa porque francamente me supo a gloria).
A la salida de Manzanares el vientecillo sigue y decido abandonar el track definitivamente y tomar la nacional  430 hacia la Solana. No va mucha gente y sigue estando divinamente pavimentada y con arcén limpio, amplio y transitable, pero el viento… uf… y un rato monótona que es. Antes de la Solana paso por Membrilla (cuan de melón… uf se me hace la boca agua a estas horas sólo de pensar en lo ricos que son los melones manchegos). Bordeo por la Nacional el pueblo de La Solana, ya voy cansado, no me apetece subir ese tantito así ni desviarme, el cuerpo hoy no me está pidiendo turistear en absoluto. El esfuerzo por culpa del viento me está haciendo mella en las rodillas que empiezan ya a escocerme de forma preocupante.

Tomo la CR 644 que va a San Carlos de Valle. Podría tomar la CM 3127 que va directa a Villanueva, pero algo me da que debo tomar la anterior, que debe valer la pena. Y vaya que si la tomo. Una carretera casi recta en subeybajas constantes que si no fuera por el dichoso viento la hubiera disfrutado un montón. El track va casi siempre paralelo a la carretera, pero yo erre que erre ni contemplo aún la posibilidad de seguir el camino de tierra. Me paro en varias ocasiones, voy cansado… el viento, las rodillas… Antes de llegar a San Carlos del Valle (que me cuesta lo suyo), en una de las paradas como algo de fruta a la sombra de un olivo… uissss cuantos favores me han hecho ya en este viaje los olivos…

Haber tomado esta carretera y no la otra ha sido una genial decisión porque la visita a la población lo merece, menuda iglesia, menuda plaza, muy pero que muy recomendable. Hace calor, busco un bar donde tomar una Coca-Cola fresquita, pero todo cerrado de lo poco que hay, ni un alma por la calle, serían sobre las cuatro de la tarde. Sigo, pero esta vez sí que voy a seguir el track que me llevará directamente hasta Villanueva.
El camino es delicioso, disfruto en sus primeros kilómetros a pesar del viento, pero el camino es largo, veintitantos kilómetros y casi a la mitad de ellos ya estoy exhausto, las rodillas me duelen a rabiar y para colmo en el momento en que voy a buscar la botella de agua de reserva para llenar el bidón descubro que va y la botella se había apeado de la bici sin decirme nada, vaya que la perdí con el traqueteo del camino. Pues apenas tengo para un par de sorbos en el bidón. Definitivamente la cosa no va bien… consulto el gps, me quedan 13 o 14 kilómetros sin nada ni nadie, bueno sí, a lo lejos algún tractorista currando o un tráiler que me encontré a mitad de camino… para entonces aún no me había percatado de la ausencia de la botella si no les hubiera mendigado algo de beber.
Estos últimos kilómetros del día se me hacen eternos, sinceramente sufro y para evitar rascar aún más en mis complicaciones empiezo a pensar en las de los demás y digo… y esta gente cómo sabe cuál es su campo, dónde empieza y dónde acaba. Y… cuando contratan algún tractorista para hacerles alguna labor… cómo sabe el tractorista que es ese campo y no otro?

Llego en bastante mal estado a Villanueva de los Infantes y encima no he resuelto siquiera ninguno de los enigmas que le deben reconcomer (o eso me figuro) a esta gente. A la entrada hay una gasolinera y un bar (Casa Pedro) para mi hoy, San Pedro, porque me permite echarme al cuerpo de inmediato una cerveza bien fría (vista y no vista) y acompañarla con un paquete de Bocabits, jeje, es que no había otra cosa y yo lo de la cerveza a palo seco, lo llevo fatal.
Me dirijo después a la Casa Rural Hermano Galo (21 euros individual), casa que está saliendo en la parte contraria del pueblo, pero confortable y limpia. Ducha… colada… y dado que cuando llegué al pueblo ya eran las siete y pico, ahora que ya son las… casi las nueve me voy a cenar.

Desando (esta vez a pie) todo lo corrido por el pueblo en bici, voy al centro… Villanueva es una ciudad preciosa, para callejear por su calles antiguas, rectas y limpias llenas de casonas y espacios que retratar. Pero ahora lo importante, cenar. Lo haga en Bar Casa Cascorro, un lugar tirando a Bar de la España profunda pero muy bien atendido por Agustín y su mujer. Menú 10 euros… sin entrar en detalles culinarios, lo cierto es que el tal Agustín es un sujeto estupendo, hablador y enamorado de su trabajo y de la zona, me habla de rutas, de gente que va por allí, de gente de btt de un chico que tuvo un accidente y que ahora va en bici de tres ruedas y que tiene una fundación. Y además el Agustín me regala un folleto de rutas y un magnífico libro de la comarca.
Vuelvo a la Casa Rural, escribo esto, son las once treinta y cinco de la noche. Estoy reventado y como que no tengo aquí internet, dejo estas notas para publicar en el blog en lugar y momento más propicio. A ver si tengo suerte y esta noche concilio antes el sueño… aunque la pinta de la camita que me ha asignado el dueño… no se no se.

Las fotos de la jornada.

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